Me pasaba
noches en ensoñaciones, mientras posaba una de mis manos mi fantasía principal
era estar rodeada de un montón de hombres. Principalmente que olvidaba traer
dinero para pagar un taxi, y le ofrecía al hombre aquel pagar con una buena
mamada, y encontrarme con la sorpresa de que él tenía planeado hacerme costear
la deuda con creces.
Yo estaba en
el taxi bajándome la ropa interior, intentando ubicarme como fuera en ese pequeño
asiento en 4 para que el pudiera contemplar mi hermoso sexo cuando manejaba, y
en las luces rojas pasar su dedo para toquetear algo, sentir de a poco una
excitación increíble, el sentir que tu vagina se va mojando y su dedo intruso
inspeccionando mi gloriosa zorrita hasta llegar un punto de no poder aguantarme
más, darme la vuelta, bajarle la cremallera y meter toda mi boca en ese bulto
erecto que me ofrecía.
Con mucha
dificultad iba manejando debido a mis constantes mamadas, de vez en cuando
corría mi pelo y yo intentaba mirarlo a los ojos en esa posición incómoda, los
ojos me brillaban de lujuria.
-Chica, lo
haces estupendo, pero quiero informarte que la paga por tu ida a la casa no
será solo una buena mamada. Te llevare a un lugar.
Solté el
dulce. Y lo mire con signo de interrogación.
-Te llevare
con mis amigos, porque quiero que ellos tengan la fortuna de que se las chupes
como a mí.
Mis ojos se
llenaron de alegría, no sé si era efecto del alcohol o qué, pero asentí con la
cabeza y comencé a comerme su pene otra vez.
- ¡Descansa!
Lo vas a necesitar.
Me acomode
en mi asiento con un nerviosismo y una calentura inexplicable. Las bragas me
las quite y guarde en mi cartera.
Llegamos a
un lugar alejado y oscuro, pude divisar a unos cuantos hombres que fumaban
junto a sus autos.
El tipo bajo
y les indico algo, todos miraron en dirección al taxi donde me encontraba
jadeante, esperanzada.
El tipo
volvió y 3 hombres se sentaron en la parte trasera del auto. Y uno al lado de
mi puerta me toco el vidrio. el otro tipo bajo la ventana y ante mis ojos se
presentó un pene lánguido que tomé con mis manos y comencé a saborear
inmediatamente. El otro, me metió mano y comenzó a estimular mi clítoris, mis
pezones se erectaron, levante más la cola para que su dedo explorara toda mi
vagina.
Los otros
tres miraban la escena, no tardaron en sacar sus penes y masturbarse. Escuchaba
el palmoteo, mi boca llena, mi vagina jugosa por dos dedos en mi hendidura.
Uno de ellos
me quito el vestido y el sostén. Quede en pelotas.
Me puso
entre medio de los dos asientos con el trasero levantado, y un pene se
introdujo de golpe en mi vagina, agarro mis caderas y yo les jadeaba a los de
la parte trasera. Ellos al ver esta escena de mis tetas danzando por las
embestidas, mi boca abierta gimiente, no tardaron mucho en tomarme la cabeza e
ir chupando uno a uno sus penes.
El calor ascendió,
los vidrios se empañaron y yo me sentía llena.
Pensaba esto
mientras iba llegando al clímax máximo fuera de mi fantasía. Múltiples imágenes
de ser follada, de chupar, de una mano que estimulaba mi clítoris, tocaban mis
pechos y pronto venía el momento culmine.
Uno no
aguanto, acercó su pene a mi boca y la lleno de leche. Corría por mi boca.
Mi cara
estaba roja. El sudor caía por todo mi cuerpo, y a su vez se escuchaba el
chocar de la pelvis del hombre en mis nalgas.
Se volvió
más violento, otro agarro mi cara y me la lleno de más semen. Faltaban solo 3
que acabaran.
El que me
follaba comenzó a moverse más violento, una sonrisa se dibujó en mi cara porque
sabía que venía el momento de que acabara dentro de mí.
Chorreante
por la boca, por mi sexo, otro más ingreso en mí y me follo demoníaco. Su pene
duro entro lentamente. Y el último tomó mi cabeza para que terminara el
trabajo.
Chupé como
pude, el tipo sostuvo mi pelo. Y empujaba mi cabeza para que entrara por
completo su miembro gordo.
Y con esa
imagen, fuera de mi fantasía, fui sintiendo el clímax. Mezclando la excitación
que me causaba ver esta escena, y mi mano en mi clítoris. Comencé a gemir
realmente, a sentir que el jugo salía y mancharía mis sábanas. Y mientras los
dos acababan en mí, yo acababa fuera de mis pensamientos.