domingo, 2 de octubre de 2016

VIDEOS GAMES.

La conocí por un chat de juegos. Iniciamos conversación por un par de tiempos, hasta que nos agregamos vía telefónica para poder mensajearnos y mandarnos uno que otro audio.
A medida que pasaba el tiempo nuestras conversaciones subieron de tono.
Nos hablábamos sucio, y empezamos a enviarnos fotos calientes.
Donde ella mostraba sus atributos. Sus pechos en poleras con escotes pronunciados.
Solo al ver una foto de ella, mi pene se erectaba.
Ella quería ver al menos en una foto que se pudiera ver lo erecto que se ponía mi pene por sus fotos.
Le mande una foto de lado con el bulto imponente.
La chica al recibir mi foto, me envió una foto solo con sostén.
Yo le pedía más, y ella parecía dispuesta.
Nuestras conversaciones se volvieron más ardientes.
Indicando que haría cada uno al otro.
Recibí otra foto de ella, sin sostén. Pude contemplar sus senos en magnitud desde la mi pantalla celular, deseando poder besarlos y chupar sus pezones.
Sentí la necesidad de sacar mi pene erecto y tomar una foto de esto. Sin antes indicarle que tenía unas tetas grandes que me provocaban chuparlas, meter todo mi pene entremedio de esas tetazas.
Quería ver más, necesitaba masturbarme. Necesitaba más estimulación. Le pedí un pequeño video tocándose.
Ella me pidió un momento.
Esos minutos fueron una eternidad, hasta que el video se estaba cargando.
Lo abrí, con una mano tomaba el cell y con la otra me pajeaba mientras veía a la chica tocarse los pechos ansiosa y golosa.
Me texteo que enviara un video de cómo me tocaba por ella.
Me acosté en la cama, enfocando mi pene y mi mano que masturbaba mi pene duro. Se lo envíe y me dijo: Me encantaría que ese pene se metiera en una parte de mi cuerpo.
Espere varios minutos hasta que otro video de ella en cuatro en una cama, masturbándose duro, podía ver su sexo en la pantalla de mi celular. Mientras la observaba mi mano se volvió compulsiva.
Se escucha los múltiples gemidos, como su vagina se iba mojando mediante a una estimulación agresiva, y sonaba exquisita su voz desde mi móvil.
Me texteo: quiero ver cuando te corras.
Termine de ver el video en que la hermosa chica se corría. Rápidamente comencé a grabar el inicio de mi eyaculación, el líquido me chorreo las manos y se lo envíe.
Ella me envío caritas de alegría.

Ambos terminamos satisfechos de nuestro intercambio de videos. 

JUEGO DE CARTAS.

Éramos múltiples parejas de conocidos y desconocidos que se juntaron en una casa para jugar.
La carta más alta con la más baja debía comenzar a tocarse e iniciar cuando se les antojara.
Si a alguien le tocaba un comodín, podía escoger 2 personas para iniciar un trío.
Me tocaba sacar a mí, afortunadamente saque el comodín.
Escogí a una chica pelirroja y un hombre guapo moreno.
Mientras los otros seguían sacando cartas y haciendo parejas. Nosotros nos miramos inmediatamente con un deseo ansioso.
La chica pelirroja que solo llevaba un short y una polera que enmarcaba sus pechos lozanos se lanzó hacía a mí y metió toda su lengua por mi boca. La sentía en mi garganta, sus manos se clavaron en mis pechos manoseando con júbilo. No tardo en incorporarse el chico moreno, sacando su miembro y ofreciendo a nuestras bocas lamerlo y chuparlo.
Nosotras como dos gatitas en celo nos acercamos gateando hasta su gran pene.
Nuestras lenguas se cruzaban, cada una chupaba a ratos e intercambiamos besos con la pelirroja de senos protuberantes.
Nos levantamos, le quite la polera y ella a mí el vestido.
Le quite el sostén y sus pechos cayeron llenos en mis manos, mordisquee sus pezones, metí mi cara entremedio de ellos, ahogándome con el aroma y la cantidad. Saboree.
Ella inyecto sus manos en mis tetas. Comenzamos a besarnos, chocando nuestros cuerpos. Le quite el short, y me encontré con una vulva fina y rosada. Me tente a pasar lento mis dedos.
El chico se acercó a nosotras presionando un dedo en nuestros culos, obligándonos a chocar nuestras pelvis constantemente.
Otros dedos se introdujeron en nuestras vaginas. Nuestras lenguas se observaban haciendo el intento de tocarse. Gemíamos.
Mire a mi alrededor y ya todas las parejas estaban. Muchos habían comenzado a follar, tetas saltaban, penes se metían, sudores, gemidos y aromas envolvían la habitación que cada vez subía de temperatura, y nosotros éramos el trío afortunado.
El chico se posiciono atrás mío y me obligo a apoyar mis manos en el suelo. Escuche el escupo en su mano y luego pasar por mi vagina. Ingreso todo su sexo en mi zorra y el palmoteo de su pelvis y mis nalgas se hizo sonar.
Le indique a la pelirroja que se acostara, la tome de las caderas y acerque su vulva rosada en mis labios, saque mi lengua y velozmente comencé a lamer. Chupe sus pliegues y los mantuve fuerte en mi boca. Soltaba, y otra vez.
El chico me follaba duro y golpeaba mis nalgas. Tiraba de mi pelo para escuchar mis gemidos que apagaba en el sexo de la chica.
Me soltó el dulce, me puso de espaldas al suelo, agarro mis piernas cada una a un costado a la altura de sus costillas. Y la chica se sentó en mi cara, quede embadurnada de todos sus jugos que caían por toda mi boca y presione con mi lengua su hendidura.
Abría mi boca para escapar un gemido atrapado por la vagina de la pelirroja.
La chica inicio el bamboleo, estaba a punto de venirse en mi cara.
Las penetraciones del chico se hicieron potentes.

La chica se corrió en mi boca, y el chico se corría en mi zorra. 

TOY GIRL.

Me sentía como un gran trozo de carne en esa habitación vacía, atada las manos con cordeles, y el sentimiento de que algo iba a suceder en cualquier momento.
Alenté a mis sentidos a estar más despiertos para que pudieran comprobar si las voces se acercaban. Las voces de mis sádicos, me sentía la esclava más sexual del momento, dispuesta a todo, cubierta de deseos por ser estrangulada con sus sexos.
Engordar la lujuria con sus dotes preciados que en cualquier instante entrarían erectos por el túnel que podían divisar mis ojos.
Mi vagina se calentaba con solo sentir la curiosidad que albergaba el vacío lugar. La ansiedad se hacía insolente, el temor se hacía presa de mi ardor.
 Por mis brazos no podía circular la sangre.
Mis piernas las mantenía cruzadas impidiendo que el líquido se derramara por mis muslos, quería conservarlo para cuando los indicados ingresaran.
En este mundo es muy fácil conseguir realizar nuestras fantasías. Pensaba.
Te encuentras con las personas correctas, y puedes dar rienda suelta a lo que se te ocurra.
Solo debes dejar de escuchar el miedo, la vergüenza y la inseguridad. Lanzarte como diabla a cumplir tus más sórdidas fantasías.
Y es así como hoy me encuentro aquí. Desperté en este lugar.
Anteriormente recordé risas, vendas, sonidos, el encender de un motor. Las ininteligibles conversaciones. La curiosidad me llevo aquí, pero también el querer cumplir lo deseado.
Solo quería que comenzara la función. Sin embargo, esta tardanza provocaba uno de los sentimientos más insoportables “La desesperación” que hoy era exquisita amiga de mi realización.
Escuche pronto las presencias. Se acercaban.
Mire al frente y como yo esperaba los penes comenzaron a entrar por fila. En este juego sado, solo veía el objeto, los objetos que usarían para sodomizarme.
Las burlas, las risas, las palabras que me alentaban a sentirme como una puta resonaban en mis oídos. Abrí un poco más las piernas para que pudieran contemplar lo mojada que me encontraba. Este era mi recibimiento a sus miembros hambrientos.
Una de las manos agarro mi cuello, y lo apretó fuertemente.
Otros 2 comenzaron a manosearme y escupirme en la cara llamándome “Zorra”.  No sabía cómo me excitaba la situación que me estaban brindando.
Uno último introdujo en mi vagina rápidamente unas bolas chinas. Una a una mientras yo me quejaba.
-¡Te quejas, zorra! Eso que ni siquiera hemos empezado, esto es solo el inicio, perra.
Me golpeo la cara a mano abierta. Sentí el calor sonoro en mi mejilla. Me ardía y me humedecía al mismo tiempo. Quería recibir más.
Rogué, chille por más.
Solo se reían.
El que me había acariciado la mejilla. Ingresaba dos dedos embadurnados en mí culo. Comencé a gemir mientras mordisqueaban mis pezones, los tiraban queriendo romperlos.
Querían rasgarme por todos lados. Me sentía bendecida por tan exquisito momento.
Me sellaron la boca amarrando un instrumento que ingresaron en ella. Amarrada, penetrada, y sin poder gemir me encontraba sintiendo la satisfacción más grande mi vida.
Los escupitajos llenaron todo mi cuerpo, quitaron las bolas de mi sexo, los dedos de mi culo y me soltaron las amarras.
Uno de ellos se acostó debajo de mí, y otro se posiciono en mi delantera, mientras que un tercero quito el artefacto, e introducía de lleno su pene en mi boca. Y en esa posición uno de ellos lentamente metió su pene en mi trasero, otro en mi vagina y estaba siendo penetrada por todos mis orificios.
El cuarto grababa el momento desde abajo podía observar su pene erecto.
Mi expresión era de un dolor satisfactorio.
Mis ojos llorosos codiciaban los penes que me eran entregados. Adoraba que este momento fuese documentado.
Sus penes comenzaron a ingresar violentos y la lluvia de semen comenzaban, todos dejaron de penetrarme y lanzaron sus líquidos en mi cuerpo. Acompañado de insultos y escupitajos.
-Toma perra, ensuciate de toda nuestra leche.
Abrí la boca gloriosa intentando agarrar el semen que saltaba por chorros en mí.

Mi cuerpo cubierto por su explosión sonreí a la cámara.