Observaba a mi chico y pensaba: ¡Quizás sea bueno cumplir
esa fantasía!
Llevaba unos cuantos meses insistiendo y mostrándome porno
de tríos. Yo le estaba dando vueltas un poco a la idea de él y una chica.
Incluso había aceptado a él y otro tipo si cumplía su fantasía.
Entonces como se acercaba el día de los enamorados, pensé en
que sería bueno darle una sorpresa, de esas que puedes conseguir que te tengan
en su mente todo el día por tremendo regalo que le hiciste.
Así que bien, tenía pensado primero ingresar a una de esas
páginas de scort, y busque una chica que fuera de mi agrado, con grandes senos,
blanca y bonita. Después de pasarme varios días buscando la candidata para mi
plan. Conseguí encontrar una preciosa chica de melena negra, grandes pechos, y
sonrisa coqueta.
La llame, acorde el día, precio y la hora. Le indique como
venir vestida y lo que haríamos.
Llamé a mi chico, y le dije: Tienes que venir hoy, te tengo
una grata sorpresa.
- ¿Vamos a hacer un trío?
-Otra vez insistiendo con el asuntito.
-Ya, es broma. ¿A qué hora voy a tu depa?
- A las 19:00 hrs.
-Ok, amor ¡Nos vemos!
-Besos, cariño.
Estaba dispuesta a llevar el jueguecito hasta lo que
pudiera. Mis indicaciones habían excedido a lo que era capaz de hacer, pero me
fumaba un pito y me soltaba un poco más igual. Iba a ser completamente
diferente a lo que él quería.
Llego a mi casa tan puntual como siempre (A la hora del
pico). Como ya lo conocía agende a la chica más tarde. Lo recibí con un
vestidito rojo, y tacones altos, bien “Lista y dispuesta”.
El entendió inmediatamente la señal, y me tiro a la cama y
me quito el vestido, alucino con mi portaligas, y tiro un poco de ellos. Alabo con
su boca mi ropa interior, poso su lengua corriendo levemente con sus dedos mis
bragas, y la metió de golpe en mi agujero.
Sentía que me quería rasgar, morder y comer. Estaba como
león enjaulado.
Le susurré al oído que se acostara, y que me dejara esta vez
llevar un poco el control. El insistió un poco, hasta que se terminó por
acostar en la cama. Le até las muñecas, y le cubrí los ojos.
Él sonreía con esa boca linda que tanto me encantaba que lengüeteara
como loco.
Mi citofono sonó, la tipa sí que era puntual.
- ¡Me esperas! Llego la sorpresa.
- ¿Qué? ¿Qué llego qué?
Me levanté de la cama, y me puse la bata sexy que hacía
juego con mi conjunto femme fatale, y fui a abrir la puerta, fue breve. Y nos
metimos silenciosas en la cama.
- ¿Qué mierda?
-¡Tranquilo, amor! Esta la sorpresa.
Le dije a la chica que tocara el vientre de él con sus
senos. Y luego que hablara. Le quite la venda y la sonrisa de él era tremenda.
- Entonces si vas a cumplir mi fantasía ¡Desátame!
-No, va a ser a mi manera. Tu solo vas a mirar.
- ¿Cómo? ¿Trajiste a una chica para que yo solo mire?
- ¡Exacto!
Tímidamente, le pedí que acercara mi boca a la suya,
comenzamos el beso, su lengua era jugosa, sus labios eran carnosos, tentaban a
morderlos. Ella puso sus manos en mi cintura y empezó a apretarla mientras intensificaba
sus besos, sentía su lengua enredarse con la mía, la aprisionaba. Su mano subió
a mi pecho, me corrí por el impacto, mire a mi chico, y baje mi boca a los
enormes pechos, pase mi lengua por sus pezones, y los mordisquee. Ella agarro
con sus dos manos los míos, y metió su cara entremedio de ambos. Su lengua se
volvía aventurera en mis pezones, succionaba con su boca enorme todos los
contornos de mis pechos, hasta que su mano comenzó a dibujar por mi vientre, entrometiendo
sus dedos en mi ropa interior. Yo sentí un ligero espasmo, al verla a ella, al
mirar su mano tan cerca de mi vagina, y que sería con la primera mujer que me
acostaría, ni pensando mucho, tome el pito y lo prendí, di grandes bocanadas,
hasta que sentí que la cara se me caía de cansancio. Mire a la tipa, y
nuevamente la besé, le tome su preciosa cara y le metí toda la lengua, agarre
sus tetas afiebradas, y las apreté fuertemente con mis manos.
Mi chico miraba todo esto con la boca abierta, y ya se
sentía en el ambiente su miembro erecto chocar con nuestros muslos cada vez que
nos acercábamos más a esa zona.
Nuevamente intento la maniobra, y deje que sus dedos
entraran, y comprendí que era solo un dedo, un dedo como de cualquiera, y me
deje llevar por su mete y saca.
Gemía, y agarraba mis pechos mientras sentía que otro dedo
estaba intentando entrar, gemí hasta que sentí que me estaba viniendo, teniendo
un orgasmo increíble, y mire a hombre, con mi cara de recién complacida, tome
su pene entre mis manos, y comencé a subir y bajar, luego acerque mi boca y le
escupí, lo lubrique bien para el próximo juego.
Ambas nos acercamos y comenzamos a chuparlo, escupirlo,
masturbarlo. Ella lo metía todo en su boca como una profesional, devoraba sin
parar, chocamos con nuestras lenguas en su glande, y comenzamos a besarnos nuevamente,
me pidió acostarme encima de él, abrió mis piernas, y metió toda su cara en mi
sexo, paso su lengua, me movía las caderas para abajo y arriba, mis pechos
desorbitados. El observaba mi cara de placer mientras ella metía, más y más, su
lengua en mi hendidura, presionaba con la punta para entrar más, era rico como
me follaba con la boca, dos de sus dedos abrieron mi vulva dejando al
descubierto mi talón de Aquiles, y un
tercer dedo comenzó a presionar con fuerza en el, mientras la yema de su dedo
hacía círculos alrededor de mi botón, subió su mano hacía mi boca y metió unos
dedos en mi boca, los lamí, y volvió a abrir mi vagina dejando al descubierto
mi placer, su lengua seguía follando mi agujero, y sus dedos revoloteaban
locamente en mi clítoris.
Mi chico, no aguantaba las ganas de meterse también, aparte
a la chica delicadamente, y le solté una muñeca, su mano fue directo a mi seno,
lo apretó, yo me acerque a la chica, la besé, mientras nuestros pechos se
rozaban y su mano apretaba ambos, uno de sus dedos fue a mi vagina, y yo lleve
mi mano a la de ella. Y nos comenzamos a masturbar mutuamente, y mi chico se
tocaba el pene, bajamos a chuparlo. Nos miramos con la chica, nos besamos
nuevamente, y decidimos masturbar a mi chico, el gemía bajito y rico, observándonos
a ratos. Yo podía ver que iba a explotar. Con la chica nos adecuamos una al
lado de él y le dimos la espalda dejando al descubierto nuestros sexos, y los
dedos embadurnados en las vaginas, el continúo masturbándose, y yo acerque más
mi trasero a su pene. Y sentí como los chorros me caían en las nalgas, en el
sexo, explotando, me dejaba llena de su semen. Descargando todo su deseo en mí.
La chica se levantó, yo también. Se arregló rápidamente y se
marchó. Yo me senté en los muslos de mi chico, y le desaté la otra muñeca.
El volvió otra vez a querer tomarme toda.
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